Si hablamos del acto comunicativo y otras formas de expresión, usualmente pensamos en los viejos modelos enseñados a nosotros desde escuela elemental. El mensaje es producido por un remitente, enviado por un canal, por el cual viaja hasta llegar a su destino, el receptor. Es aquí donde es interpretado, analizado y utilizado para el público general o cíclicamente comenzar la cadena de nuevo.
Todo esto nos sonara muy técnico, ya que se nos dificulta otorgarle vida a una explicación tan frívola de este concepto. Mas aun se nos dificulta el ver como algo muerto el acto que impulsa nuestra sociedad y cultura, el acto de la comunicación.
Para un ejemplo mas vivo, no tenemos que entrar en la complejidad de la mente humana, sus creencias y diferentes culturas; las cuales nos dividen en sociedades ampliamente diferentes, con diversas expresiones comunicativas. Un ejemplo igualmente sencillo y fácil de seguir se puede encontrar mirando no más allá de la naturaleza que nos rodea; buscando dentro de sus más mínimas unidades, el mismo proceso mirado a través de una lupa.
La hormiga es un organismo complejo organizado en subgrupos, como una pequeña sociedad bajo la superficie terrestre. Lo asombrante de esta pequeña criatura es que no solo nos ejemplifica la teoría de la comunicación en función, sino también los diferentes instrumentos y articulaciones del acto comunicativo.
Bajando el primer escalón de la cocina de mi casa, se encuentra una pequeña montaña de tierra que compone la gran sociedad de hormigas de la 319B de University Gardens; probablemente establecidas allí desde la residente pasada. Al terminar de freír, vacío la olla y su contenido de aceite, agua y jabón muy cerca de su hormiguero. Al hacer esto, comienzo un acto sorprendente de comunicación.
La primera hormiga en encontrarse con el terreno húmedo y aceitoso, vira y produce un mensaje de alerta que pretende alarmar al resto del peligro adyacente. Virando en u, se encuentra con la próxima hormiga, la cual a su vez sigue pasando el mensaje hacia atrás a lo largo de la fila de hormigas. Así, no solo actúa como ente dentro del acto comunicativo sino también como el instrumento de comunicación, el canal por el cual el mensaje viaja hasta la colonia. Allí la información es interpretada y analizada por las hormigas designadas a expandir la colonia y cavar los túneles. Por experiencias pasadas dentro de la historia de esta pequeña colonia, las cuales su instinto les dicta, mueven la colonia lejos del peligro; probablemente cerca de la planta de plátanos a la izquierda de la escalera.
Aunque simple el ejemplo, entendemos que la interpretación del mensaje movió y cambio completamente la vida de esta pequeña sociedad. (El aceite afecta a las sociedades a gran y pequeña escala.) Sigue siendo una representación de las muchas articulaciones que acarrean el movimiento e historia de la sociedad humana. Mas aunque saquemos las leyes, ética y moral del plato, siguen siendo los movimientos de las pequeñas unidades de un gran sumo las que hacen que se mueva la colectividad de esta. Comprendemos entonces que la teoría comunicativa no es más que la investigación, mirando por una lupa, este proceso tan importante para la realidad humana.
