La Hormiguita de la Academia



Nací en Bayamón el 2 de febrero de 1988. No obstante, pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia en Ponce. Me gradué de una escuela especializada en ciencias y matemáticas, pero mi amor al arte pudo más que los conocimientos adquiridos. Por eso, decidí estudiar literatura y filosofía con el fin de convertirme en escritora. En el camino me dí cuenta que para ser escritor hay que leer y estudiar mucho. Entonces, descubrí o, más bien, reconocí que mi vocación era la Academia. Así que me gradué de bachillerato y comencé mi maestría en Lingüística, mi nuevo amor. Lamentablemente, no sólo de teoría se vive. Por lo tanto, decidí cambiarme a una maestría un poco más práctica con la cual pudiera obtener un empleo, en caso de que lo de académica no funcionara, y empecé la maestría en Redacción para los medios.

Como ven, mi vida se centra básicamente en lo académico. Creo que la educación es la única y verdadera fuente de cambio en la sociedad. Por eso, la defiendo y espero poder enseñar algún día.

Mis pasatiempos son leer, escribir, ver películas, comer en buenos restaurantes, y conversar. Si pudiera, viajaría y visitaría a todos los museos del mundo, pues me encanta el arte plástico. Uno de mis pintores favoritos es Henri Rousseau. Mi escritores favoritos son Cristina Rivera Garza y, por supuesto, Cervantes. Bueno, podría seguir escribiendo sobre mis gustos, pero eso es demasiado aburrido.

Finalmente, espero poder terminar la Maestría en Artes de la Comunicación para luego hacer el doctorado en Lingüística. Sólo el tiempo dirá lo que pasará, mientras tanto disfrutaré la vida.